MICAELA, LA HIJA DE MARITA

Foto: Télam

“Cuando era chiquita, era más fácil. Si bien mi vieja no estaba, había muchas cosas que no entendía. Al hacerme más grande, se me hizo muy difícil. Es muy fuerte para mí saber cómo pasa todo”, dice a La Vanguardia Micaela Catalán, la hija de Marita Verón, que trabaja en la fundación dirigida por su abuela, fundamentalmente en el área cultural.

El año pasado, protagonizó un spot en el que una serie de artistas manifiestan su compromiso con la lucha que ella misma encarna. Facundo Arana, Fito Páez, Soledad Silveyra, entre muchos otros, estampan sus manos pintadas sobre su cartulina y afirman: “Yo digo no a la trata”.

Micaela sostiene que quienes critican a Susana Trimarco por su cercanía con funcionarios nacionales o la propia Presidenta lo hacen desde una ideología, no por lo que están haciendo. “Me choca que la oposición diga todo el tiempo que no. La Fundación recibe del Gobierno un subsidio para mantener a las víctimas, hacerles casas. Se está haciendo el centro comunitario, se paga a abogados, psicólogos, son muchas cosas en la que se invierte. Además, tenemos un jardín maternal y tres sedes funcionando. Es mucha plata que se va en eso. Entonces, mi abuela se está haciendo responsable del tema trata de personas. Es algo de lo que debería hacerse responsable el Estado, pero bueno, ayudar a financiar la fundación y que hagamos este trabajo es una forma de comprometerse y hacerse cargo. Hay libertad de expresión y todos podemos pensar diferente, pero lo que me molesta es que insulten. Pensá diferente, pero respetá lo que estamos haciendo, porque estamos protegiendo a las hijas, a las tías, a las abuelas, a tus hijos, a todo el mundo”, argumenta.

Cree que hay un compromiso creciente de los jóvenes y explica que con ese objetivo organizan recitales de rock. “Tanto los chicos del púbico como los de las bandas se copan mucho con lo que hacemos y tienen mucho en la cabeza los lemas Sin clientes no hay trata y Justicia por Marita Verón”, dice Micaela. Entre los políticos, en cambio, observa que hay tanto corrupción como compromiso: “Hay muchos que están involucrados en la trata de personas, como está la policía, la Justicia; pero hay otros que nos están apoyando y me parece muy bien. Por ejemplo, [José Manuel] de la Sota es opositor de Cristina, pero se comportó muy bien con nosotros”.

Rescata, finalmente, el apoyo de Néstor y Cristina Kirchner. “Si Néstor no le hubiera dado una mano a mi abuela con la búsqueda, el caso de mi mamá no se hubiera sabido. Cuando en Tucumán se supo el caso, nadie nos daba bola, el gobernador nos dio la espalda, ministros, legisladores. Nos mandaban con 300 pesos a Buenos Aires a que habláramos en el Congreso, pero nadie nos daba bola. En 2004, mi abuela conoce a Néstor. Le entregó una carta, él la llamó a Buenos Aires y ahí empezó a ayudarnos, no sólo desde el punto económico, sino por ejemplo con una ley. Eso para nosotros es histórico. Como muchas cosas, que sin el apoyo de los Kirchner no hubiéramos logrado”, concluye.