Compañero de siempre

Escribe Oscar R. González *

Reacios a reivindicar en vida a nuestros compañeros, tal vez anclados en el apotegma juanbejustista de “quien menos impone su persona, más impone sus ideas”, los socialistas profesamos una extrema austeridad celebratoria. Sin embargo, esa cualidad es también una limitación que debe ceder ante la necesidad de hacer justicia a una figura singular de nuestra tradición política que acaba de cumplir 80 lúcidos años y que sigue dando ejemplo de coherencia y compromiso con los ideales socialistas. Se trata de Juan Carlos Coral.

Quienes iniciamos nuestra militancia política en su cercanía, hacia fines de los 60, podemos dar fe de que, medio siglo después, aquél apasionado orador y combativo diputado de las causas obreras y populares, persevera en la misma conducta militante y su pasión política es idéntica a la de entonces.

Cuando gracias al prolongado exilio venezolano y a su proverbial discreción muchos creían que ya había desertado del mundo de los vivos —una circunstancia que lejos de atribularlo lo divierte—, Coral reapareció en nuestras vidas de militantes socialistas para enriquecerlas no sólo con su experiencia sino, más bien, con sus razonamientos muy contemporáneos. Pero lo hace sin alardes de viejo sabio, ni ademanes de gurú ideológico; más bien, avistando el presente críticamente desde una orilla cercana a nuestros desvelos políticos actuales y brindándonos así, en esta nueva vuelta de la historia, una segunda oportunidad para aprender de él, de sus valores y de su inteligencia que enriquece nuestra identidad y la causa transformadora que nos une.

* Dirigente de la Confederación Socialista Argentina